Patatas

Patatas frescas con piel sobre una superficie de madera

La patata es un ingrediente básico en muchos platos, apreciado por su versatilidad, valor nutricional y capacidad para armonizar con otros productos. Se cocina cocida, frita, al horno o guisada, y se utiliza como plato principal o como componente de sopas, ensaladas, pasteles salados, empanadas y guarniciones. En la sección raíces comestibles se pueden encontrar diferentes tipos de hortalizas que ayudan a diversificar el menú diario y a crear combinaciones culinarias interesantes.

Recetas de ensaladas con patata

Ensalada de hígado de bacalao en conserva, huevos cocidos, patatas y cebolla

Ensalada de hígado de bacalao

La ensalada de hígado de bacalao es un plato delicado, nutritivo y refinado, que combina un manjar marino con ingredientes caseros sencillos. El hígado de bacalao en conserva aporta un sabor profundo, mientras que los huevos, las patatas y la cebolla crean una textura equilibrada. Esta ensalada es adecuada tanto para una comida diaria como para una ocasión especial, gracias a su suavidad y valor nutricional. Es una combinación de sabor delicado, grasas saludables y una presentación casera sencilla.

Arenque en capas con remolacha y huevo

Arenque bajo abrigo de piel

El arenque bajo abrigo de piel es una ensalada clásica por capas que combina arenque salado, verduras cocidas, huevos y mayonesa. Su apariencia colorida y su sabor intenso han convertido este plato en uno de los favoritos de la mesa de Año Nuevo y otras celebraciones familiares. La capa superior de remolacha crea un aspecto reconocible y complementa armoniosamente a los demás ingredientes. Esta ensalada no es solo un plato, es una tradición culinaria que vale la pena conservar y transmitir.

Ensalada Mimosa con pescado, huevos y queso en capas

Ensalada Mimosa

La ensalada Mimosa es una de las ensaladas en capas más queridas, que ha adornado las mesas festivas durante generaciones. Este plato combina pescado en conserva delicado, verduras, huevos y queso, dispuestos en capas y untados con mayonesa. Gracias a su sabor armonioso y textura familiar, la Mimosa evoca emociones cálidas y recuerdos entrañables. Fácil de preparar, colorida y apetitosa, esta ensalada sigue siendo con razón una de las favoritas en celebraciones familiares.

Ensalada Olivier con pollo, huevo y guisantes en un plato

Ensalada Olivier

La ensalada Olivier es un plato clásico de la mesa festiva, sin el cual es difícil imaginar el Año Nuevo o un cumpleaños. En esta versión utilizo pechuga de pollo hervida, huevos, patatas, zanahorias, pepinillos y guisantes verdes. Todo se combina con un suave aderezo de mayonesa, creando ese sabor familiar y querido. Esta ensalada no solo es sustanciosa, sino también práctica: se puede preparar con antelación, se conserva bien y combina perfectamente con otros aperitivos en una mesa festiva.

Ensaladas con patata: saciedad, suavidad y versatilidad

La patata es uno de los ingredientes clave en muchas ensaladas, tanto festivas como cotidianas. Aporta a los platos valor nutritivo, una textura tierna y un sabor neutro que combina bien con ingredientes más intensos. La patata cocida se utiliza en vinagretas, ensaladas con carne, pescado, verduras, huevos y distintos aliños – desde crema agria hasta mayonesa. El ejemplo más conocido es la ensaladilla rusa, donde la patata actúa como base que une el resto de componentes en una textura suave y equilibrada. En las vinagretas, la patata se mezcla con remolacha, zanahoria y pepinillos, creando un contraste entre dulce, ácido y salado. También se añade a ensaladas templadas con hierbas, cebolla, legumbres o mariscos. Por ejemplo, combinada con pimiento dulce, guisantes, aceite y especias, la patata se convierte en una ensalada colorida, ligera y nutritiva. También se corta en rodajas para aperitivos calientes o se utiliza como base decorativa para ensaladas con pescado, carne o huevos. La patata en ensaladas es siempre una combinación fiable de sencillez y saciedad.

Sopas con patata: base para platos clásicos y modernos

La patata es una de las hortalizas más importantes en la elaboración de sopas. Actúa como ingrediente principal en borsch, sopas de pescado, sopas de verduras y setas, cremas y purés. Su sabor neutro permite una fácil combinación con otros ingredientes – verduras, carne, pescado, cereales o hierbas – generando una textura densa y rica. En el borsch y las sopas de repollo, la patata aporta nutrición y estructura. En las sopas de setas, realza el sabor del caldo, y en las de pescado, equilibra la salinidad y la grasa del ingrediente principal. A menudo se cuece junto con cebolla, zanahoria y apio para crear una base aromática. En las cremas, se tritura en batidora para lograr una textura suave. En versiones modernas, se combina con purés de verduras, nata, especias y hierbas, dando lugar a platos suaves y equilibrados. Por ejemplo, en una sopa ligera de verduras con aguacate y patata se obtiene una textura aterciopelada, agradable tanto en caliente como en frío. La patata en sopas es siempre una base fiable que garantiza cuerpo, volumen y equilibrio.

Guarniciones de patata: de lo clásico a lo creativo

Las guarniciones de patata son parte fundamental del menú diario y festivo. Se fríen, hornean, cuecen, guisan o cocinan al vapor, añadiendo especias, hierbas, verduras, salsas o productos lácteos. Gracias a su suavidad natural y capacidad de absorber sabores, la patata se convierte en un fondo ideal para los platos principales, pero también puede actuar como guarnición completa. Entre los platos más comunes se encuentran el puré clásico, patatas fritas con cebolla, al horno con aceite y especias, o guisadas con verduras o carne. En versiones festivas, se sirven horneadas con queso, ajo o nata. También se utilizan en gratinados – como capa principal o combinadas con otros ingredientes. Un ejemplo es una patata al horno con filete de pollo y verduras, donde absorbe los jugos de la carne y el aroma de las especias para crear un plato completo. En versiones vegetarianas, se acompaña con hierbas, setas, salsas cremosas o legumbres. La patata como guarnición es la unión perfecta de sencillez, valor nutricional y posibilidades infinitas.

Gratines, tortitas y otros platos con patata

La patata es la base de una gran variedad de platos que pueden servirse como plato principal o acompañamiento. Mantiene bien su forma en platos al horno, tiene una textura agradable al freírse y se convierte en una masa suave al cocerse. Se utiliza en gratinados, tortitas, crepes, croquetas, empanadas, zrazy y platos al horno con queso y nata. Las tortitas de patata son uno de los platos más conocidos – patata cruda rallada mezclada con huevo, cebolla y especias, luego frita hasta quedar crujiente. En los gratinados, la patata actúa como ingrediente principal o base para capas con carne, verduras o setas. También se utiliza en empanadas – por ejemplo, como relleno junto con queso, repollo o carne. Para un sabor más delicado, se mezcla con nata, mantequilla o leche. Un ejemplo es un gratinado de patata con rodajas de aceitunas negras sin hueso, pimiento y queso curado – con una apariencia atractiva y sabor intenso. Estos platos son ideales tanto para almuerzos como cenas, se pueden preparar con antelación y se conservan bien al recalentarse. La patata en productos horneados aporta armonía de textura, color y profundidad de sabor.

Patatas en ensaladas, aperitivos e interpretaciones internacionales

La patata es excelente no solo en guarniciones clásicas y platos calientes, sino también en aperitivos, ensaladas y recetas modernas y creativas. En muchas cocinas del mundo, se sirve como parte de tapas, mezze, antipasti o en porciones individuales. Puede presentarse simplemente cocida o al horno, o como componente sofisticado con presentación especial – en tartaletas, mini empanadas, rollitos, croquetas o canapés. En aperitivos, la patata se combina con pescado, carne, verduras, salsas cremosas o fermentadas. Por ejemplo, en tartaletas con puré, hierbas y embutidos se logra una textura delicada y un sabor destacado. En ensaladas, combina bien con pepino, huevos, queso, cebollino o mariscos. Especialmente se realza con aderezos a base de aceite o mostaza, que subrayan su textura. Un ejemplo es una ensalada con patata cocida, cebollino y pepino fresco, aliñada con aceite de oliva y zumo de limón. Este plato, aunque parezca sencillo, tiene un sabor fresco y equilibrado, y es ideal como almuerzo ligero, aperitivo o parte de una mesa tipo buffet. En estas recetas, la patata se convierte en una base universal para una infinidad de combinaciones interesantes.