
La ensalada de hígado de bacalao la preparo cuando quiero algo realmente sabroso, saludable y nutritivo. Apareció en mi menú hace unos años y desde entonces se convirtió en una favorita, especialmente en la temporada fría, cuando el cuerpo necesita grasas y proteínas. El hígado de bacalao en conserva es un verdadero tesoro: rico en omega-3, vitaminas A y D, con una textura mantecosa agradable y un sabor marino profundo pero no fuerte.
Siempre lo combino con patatas cocidas, huevos y cebolla, una combinación clásica que muchos conocen. La cebolla la corto muy fina y, si es muy fuerte, la escaldo con agua hirviendo o la marino. Así mantiene su crujiente y pierde el exceso de amargor. Las patatas las cuezo con piel, ya que así conservan mejor su forma y la ensalada no se convierte en puré.
Saco el hígado de bacalao de la lata y lo desmenuzo ligeramente con un tenedor. No tiro todo el aceite, ya que los restos aportan jugosidad a la ensalada. El aderezo lo hago con mayonesa, solo unas cucharadas para no opacar el sabor. Mezclo todo con cuidado y dejo reposar la ensalada en la nevera, aunque, sinceramente, a veces desaparece antes de que llegue a enfriarse. La sirvo en porciones o moldeada en aros, ya que mantiene bien su forma y se convierte fácilmente en un aperitivo elegante.
Ingredientes para la ensalada de hígado de bacalao
Receta para preparar la ensalada de hígado de bacalao
Cocer los huevos y las patatas
Empiezo cociendo las patatas con piel para que se mantengan firmes. Después de cocerlas, las enfrío, pelo y corto en cubos pequeños. Cuezo los huevos durante unos 10 minutos desde que hierven. Luego los enfrío y los rallo o pico con cuchillo, según la textura deseada. Lo importante es no cocerlos demasiado, para que las yemas no queden secas.
Preparar el resto de los ingredientes
Corto la cebolla muy fina, cuanto más fina, mejor se integrará en la ensalada. Si la cebolla es muy fuerte, la escaldo con agua hirviendo durante un minuto o la marino en agua con vinagre. Saco el hígado de bacalao de la lata, escurro un poco de aceite y lo desmenuzo con cuidado con un tenedor. No lo hago puré, deben quedar trozos pequeños. Si el hígado es muy graso, dejo parte del aceite en lugar de parte de la mayonesa.
Mezclar la ensalada
En un bol grande, mezclo las patatas, los huevos, la cebolla y el hígado. Añado sal y pimienta con cuidado, porque el hígado ya tiene un sabor fuerte. Aderezo con mayonesa, sin excederme para no cubrir el resto de sabores. Luego mezclo todo con una cuchara, procurando mantener la textura. Si tengo tiempo, dejo reposar al menos 20 minutos en la nevera.
Consejos
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Escaldar o marinar la cebolla ayuda a quitar el amargor y suaviza el sabor de la ensalada.
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No tritures el hígado en exceso, deja trozos para conservar la textura y la intensidad del sabor.
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Puedes sustituir parte de la mayonesa por el aceite de la lata, que es graso y aromático.
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La ensalada mantiene bien su forma, por lo que es fácil servirla en aros o moldes para una presentación vistosa.
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No añadas demasiada sal, es mejor probar al final, ya que el hígado ya es salado.