
La ensalada griega la descubrí en mis años de estudiante, cuando buscaba platos ligeros sin cocción, que se pudieran preparar rápida y fácilmente con ingredientes simples. Y aunque ha pasado mucho tiempo, esta ensalada sigue siendo mi favorita. Su principal ventaja es la simplicidad y la naturalidad: cada ingrediente se siente claramente, nada domina, y el aderezo de orégano resalta la frescura de las verduras.
La ensalada es perfecta para quienes cuidan su alimentación o siguen una dieta mediterránea. Gracias al aceite de oliva y al queso feta, contiene grasas saludables, y las verduras son fuente de vitaminas y fibra. A menudo la preparo en verano en la casa de campo, usando verduras frescas del huerto – el sabor se vuelve simplemente inmejorable. Por cierto, según la receta clásica, el feta no se desmenuza, sino que se deja en trozos grandes – esto añade autenticidad a la ensalada.
Si cocino para invitados, la sirvo en una ensaladera profunda y transparente – los colores vivos se ven apetitosos. En los días laborables simplemente la sirvo para el almuerzo – como plato principal o con pescado, pollo o pan. A veces sustituyo las aceitunas negras por verdes, añado un poco de pimiento o hojas de albahaca – pero siempre sigo el principio básico: mínimo procesamiento, máximo beneficio. Esta ensalada no solo es deliciosa, sino que también inspira un estilo de vida saludable.
Ingredientes de la receta de ensalada griega
Receta de preparación de ensalada griega
Preparar las verduras
Primero lavo las verduras, las seco bien y corto los pepinos en medias lunas o cubos grandes, según la presentación. Corto los tomates en gajos o, si uso tomates cherry, simplemente por la mitad. Siempre elijo cebolla roja – es más dulce y menos fuerte. La corto en medias lunas finas, y si está muy picante – la vierto con agua hirviendo o la dejo marinar unos minutos en una mezcla de agua y vinagre.
Añadir las aceitunas y el queso
Agrego las aceitunas enteras – le dan al plato un toque mediterráneo especial. Corto el queso feta en trozos grandes – generalmente en cubos de 1,5 a 2 cm. Es importante no mezclar demasiado la ensalada para conservar la forma del queso. Si quiero una presentación más auténtica – coloco el feta por encima en bloque, como en la receta tradicional.
Aliñar la ensalada
Vierto todo con aceite de oliva – sin refinar, con verdadero aroma. Añado una pizca de sal, un poco de pimienta negra recién molida y, por supuesto, orégano – es lo que da ese aroma “griego” familiar. Mezclo con cuidado, solo una o dos veces de abajo hacia arriba, para que las verduras queden jugosas y el queso intacto.
Servir inmediatamente
La ensalada griega está mejor justo después de prepararla – las verduras están crujientes y el queso mantiene su forma. Normalmente la sirvo en un bol profundo o en porciones – en copas o pequeños tazones. Combina perfectamente con pan blanco, pan de pita o como guarnición ligera para carne o pescado. Si sobra – la guardo en el refrigerador no más de 6 horas.
Consejos
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No conviene preparar la ensalada con antelación – está más sabrosa fresca. Después de unas horas las verduras sueltan jugo y la textura pierde atractivo.
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Para reducir el amargor de la cebolla, la vierto con agua hirviendo durante 1 minuto o la pongo en un marinado. Así queda crujiente pero pierde su fuerza.
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No sustituyas el aceite de oliva por otro – es lo que crea ese sabor mediterráneo característico. Si el aceite no es de calidad – es mejor no añadir nada.
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Si el feta está demasiado salado, lo remojo unos minutos en agua. Es un viejo truco culinario que salva el sabor en la ensalada.
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La ensalada griega es una excelente opción para un picnic. Recojo todos los componentes por separado en recipientes, y justo antes de servir los mezclo rápidamente – la frescura está garantizada.