
Descubrí la ensalada de verduras asadas como una alternativa a los guisos cuando quería algo más ligero pero con sabor intenso. Al asar berenjenas, pimientos y tomates, noté que conservan tanto su jugosidad como su valor nutricional, y gracias a una pequeña cantidad de aceite el plato no resulta pesado, pero sí muy aromático. Así nació esta ensalada – sencilla, sabrosa y sorprendentemente versátil.
Normalmente la preparo para la cena o cuando tengo invitados – luce bien, es fácil de servir en porciones y no requiere mucho esfuerzo. Ahorro tiempo asando las verduras juntas en una bandeja. Aunque los tomates y los pimientos se ablandan, su textura se mantiene si se dejan enfriar antes de cortarlos. Siempre añado ajo picado – realza el sabor, especialmente en la versión templada de la ensalada.
Me gusta que esta ensalada se pueda servir de muchas maneras: como guarnición templada para carne o pescado, o como plato principal con pan o pita. En verano la sirvo fría – resulta refrescante. En invierno – todavía tibia – recuerda al verano y anima el ánimo. Y aunque los ingredientes son pocos, el resultado siempre es impresionante – sabroso, bonito y con el calor de hogar.
Ingredientes de la receta de ensalada de verduras asadas
Receta de preparación de la ensalada de verduras asadas
Asar las verduras
Normalmente preparo las verduras enteras, sin cortarlas antes de asarlas – así conservan mejor su jugo. Coloco las berenjenas, los pimientos, los tomates y la cebolla en una bandeja forrada con papel de horno o ligeramente untada con aceite. Asar a 200 °C durante unos 30 minutos – las verduras deben dorarse y ablandarse. Los pimientos a menudo se chamuscan un poco – eso les aporta un agradable aroma. Después de asarlas, siempre dejo que se enfríen y les quito la piel a los pimientos.
Cortar las verduras
Cuando se han enfriado, corto las verduras en trozos grandes o en tiras. Las berenjenas deben quedar suaves pero no deshacerse. Corto los tomates con cuidado – pueden soltar un poco de jugo, pero eso solo mejora el aderezo. También corto la cebolla en trozos grandes. El ajo lo rallo en fino o lo pico muy menudo – debe integrarse en el sabor general y no dominar.
Añadir el aderezo
En un bol grande mezclo todas las verduras. Añado aceite de oliva virgen – tiene un aroma intenso que combina perfectamente con las verduras asadas. Agrego sal, pimienta y hierbas picadas. Mezclo con mucho cuidado para no romper la textura de las verduras – deben quedar en trozos, no convertirse en un puré.
Servir templado o frío
El sabor de la ensalada varía según la temperatura. Templada, es más aromática y recuerda a un guiso de verduras, pero sin exceso de líquido. Fría, es ligera y casi refrescante. A menudo la sirvo con pan tostado o rebanadas de pan. Se conserva bien en la nevera hasta 24 horas, pero antes de servir conviene dejarla a temperatura ambiente un rato.
Consejos
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También se pueden asar las verduras a la parrilla – la ensalada tendrá entonces un ligero aroma ahumado. A veces utilizo esta opción para picnics o comidas veraniegas al aire libre.
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Para quitar fácilmente la piel de los pimientos, los coloco en un bol tapado durante 10 minutos después de asarlos – se crea un efecto de vapor y la piel se desprende sin esfuerzo.
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Para un sabor más profundo se pueden añadir unas gotas de vinagre balsámico o jugo de limón – aportan un toque ácido y resaltan la dulzura de las verduras.
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Si preparo varias porciones con antelación, conservo el aderezo por separado y lo añado justo antes de servir – así las verduras no se ablandan demasiado.
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La ensalada se puede convertir en un plato completo añadiendo un poco de cuscús, bulgur o incluso pasta – es una excelente manera de variar el menú sin costes extra.