
He estado preparando la ensalada de remolacha y feta durante muchos años y siempre sorprende tanto a mi familia como a los invitados. La remolacha en esta receta no es solo un ingrediente, es la base que aporta una nota dulce e intensa, especialmente si se asa en lugar de hervirse. A menudo preparo esta ensalada como cena ligera después de un día ajetreado. Es saciante pero no pesada y resulta muy refrescante gracias a sus ingredientes naturales. Combinada con queso feta, que añado en trozos grandes o desmenuzo a mano, el plato adquiere un toque claramente mediterráneo.
El aderezo consiste únicamente en aceite, sin mayonesa ni salsas complicadas. Generalmente uso aceite de girasol no refinado porque su aroma realza bien el sabor de la remolacha. A veces agrego un poco de jugo de limón o unas gotas de vinagre balsámico, según el momento. Utilizo las hierbas que tenga a mano: eneldo, perejil o incluso mezcla de hojas verdes. Las nueces son mi ingrediente favorito en esta ensalada. Aportan un contraste crujiente y enriquecen el sabor.
Esta ensalada se puede adaptar al gusto personal. Es posible sustituir el feta por queso bryndza, añadir granos de granada para un toque ácido o usar una mezcla de semillas. Pero siempre recomiendo probar primero la versión clásica porque realmente vale la pena. Es especialmente sabrosa servida fría. Suelo prepararla con antelación y servirla después de media hora de refrigeración. Esto permite que los sabores se integren y que las texturas se unan en un conjunto armonioso.
Ingredientes para la receta de ensalada de remolacha y feta
Receta para preparar la ensalada de remolacha y feta
Hierva o ase la remolacha
Siempre empiezo con la remolacha. La lavo bien y la hiervo con piel durante unos 40-60 minutos o la aso en papel de aluminio para conservar al máximo su sabor y color. Después de enfriarla, la pelo y la corto en cubos pequeños o la rallo con rallador grueso si deseo una textura más suave.
Prepare los demás ingredientes
Corto el feta en cubos o lo desmenuzo con los dedos para que se distribuya suavemente en la ensalada. Pico o rallo el ajo para liberar más aroma. A menudo tuesto ligeramente las nueces en una sartén sin aceite. Esto intensifica su sabor. Pico las hierbas finamente pero no en exceso. Me gusta que sean visibles en el plato.
Consejos
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Es mejor asar la remolacha en papel de aluminio a 180 °C. Así no pierde color y queda dulce por dentro.
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No se debe cortar el feta en trozos demasiado pequeños. Los pedazos deben ser visibles porque aportan el toque salado principal.
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Recomiendo tostar ligeramente las nueces en una sartén sin aceite. Esto añade notas cálidas y mejora el aroma de la ensalada.
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Si le gusta un toque ácido, pruebe agregar unas gotas de jugo de limón o vinagre balsámico justo antes de servir.
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Esta ensalada se puede convertir fácilmente en un plato principal si se le añade un huevo cocido o un poco de quinoa. Será aún más nutritiva.