
La ensalada con salmón es un plato que siempre preparo cuando quiero algo ligero pero especial. No solo es sabroso, también luce elegante, lo que la convierte en favorita para las celebraciones. Como el salmón no necesita cocción, la ensalada se prepara en media hora. La combinación de salmón ligeramente salado, huevos, pepino y queso con un aderezo suave de aceite de oliva es un clásico que no requiere más añadidos.
Siempre intento lograr un equilibrio de sabores: los huevos aportan suavidad, el queso – un toque cremoso, y el pepino – frescura y un crujido ligero. Si el salmón resulta muy salado, lo remojo unos minutos en agua fría – eso suaviza su sabor. Preparo la ensalada sin mayonesa para conservar su ligereza natural – el aceite de oliva aporta suavidad sin hacerla pesada.
Sirvo la ensalada en copas individuales o en forma de pequeños pasteles con ayuda de un aro culinario. A menudo la adorno con lonchas de pescado, hierbas o una pizca de sésamo negro. Esta ensalada se adapta fácilmente: se puede añadir aguacate, rúcula o alcaparras – depende de la ocasión y del gusto. Pero incluso en su versión básica siempre tiene éxito, especialmente entre quienes valoran combinaciones refinadas.
Ingredientes de la receta de ensalada con salmón
Receta de ensalada con salmón
Preparar los huevos
Siempre empiezo con los huevos: los coloco en agua fría, llevo a ebullición y los cuezo durante 10 minutos. Luego los enfrío de inmediato bajo agua corriente, los pelo y los corto en cubos o en cuartos uniformes. Me gusta que la yema conserve su forma, así que no los trituro demasiado. Se puede reservar parte de la clara o de la yema para decorar al final.
Cortar el pepino y el salmón
Lavo bien el pepino fresco y lo corto en medias lunas finas o en cubitos – según la forma de presentación. Si la piel es dura, la retiro. Corto el salmón en tiras finas o cubos – es importante que los trozos no sean demasiado grandes. Si el pescado está muy salado, lo remojo unos minutos en agua fría y luego lo seco ligeramente.
Rallar el queso y mezclar
Elijo un queso duro con sabor suave y cremoso – que no eclipse la delicadeza del pescado. Lo rallo con un rallador mediano. En un bol grande mezclo los huevos, el pepino, el queso y el salmón. Agrego aceite de oliva, un poco de sal (si es necesario) y una pizca de pimienta negra molida. Mezclo con cuidado – solo lo suficiente para integrar los ingredientes sin romperlos.
Enfriar y servir
Esta ensalada sabe mejor bien fría, así que la coloco en el refrigerador al menos 20-30 minutos. La sirvo en copas transparentes o la presento en capas dentro de un aro de cocina. La decoro con lonchas de salmón, hierbas o tiras de pepino. En una mesa festiva siempre luce elegante y apetitosa.
Consejos
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El salmón ligeramente salado debe cortarse con un cuchillo muy afilado – así se obtienen lonchas bonitas y uniformes que no se deshacen al mezclar.
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Para mantener la frescura del pepino, no lo agregues con antelación – lo corto justo antes de mezclar. Si el pepino es muy acuoso, lo seco un poco con papel de cocina.
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Esta ensalada no necesita mucha sal – el salmón y el queso ya aportan sabor. Siempre recomiendo mezclar, probar y solo después ajustar la sal.
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El aceite de oliva es perfecto, pero si deseas un toque más picante – añade unas gotas de jugo de limón o una pizca de mostaza en grano. Aporta una acidez fresca.
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Esta ensalada combina muy bien con vino blanco o espumoso – es una excelente elección para una cena romántica o un cóctel elegante.